Desde que comenzó, el programa ha ayudado a cientos de comerciantes afectados económicamente por la pandemia de coronavirus. Doña Perla fue una de las beneficiadas y el cheque que recibió le ayudó a cumplir su sueño: pasó de vender tamales en la calle y desayunos a ser dueña de su propio ‘food truck’.
“Fue una temporada muy difícil para mí, pero perseveré”.
En total, unas 875 microempresas del condado recibirán los fondos del gobierno estatal. La primera fase entregó 500 subvenciones, mientras que la segunda -que comenzó a recibir solicitudes el pasado 13 de abril- repartirá 375 cheques a los comerciantes elegibles.
Doña Perla es un ejemplo de perseverancia. Desesperada, luego de enterarse que un error al llenar la solicitud para los $2,500 le decía que era inelegible. Este medio la puso en contacto con funcionarios del condado y finalmente recibió su cheque.
“Con esos $2,500 podía hacer muchas cosas, por ejemplo, pagar tarjetas, pero no fue así. Los $2,500 me ayudaron para invertirlos en mi ‘traila’. Me ayudaron mucho más de lo que yo esperaba”, comenta.
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