La empresa automotriz General Motors (GM) ha presentado una demanda contra la ciudad de San Francisco, buscando el reembolso de 108 millones de dólares en impuestos de los últimos siete años, junto con 13 millones de dólares adicionales en multas e intereses.
GM alega que la ciudad impuso cargas fiscales excesivas, argumentando que su filial de vehículos autónomos, Cruise, opera de manera independiente en San Francisco, a pesar de tener su sede en Detroit.
La demanda surge en medio de la retirada de todos los vehículos autónomos de Cruise de las calles de San Francisco para realizar mejoras en la seguridad.
La incursión de GM en vehículos autónomos ha enfrentado desafíos, incluyendo la reciente renuncia del CEO de Cruise, Kyle Vogt, y la suspensión de los permisos de implementación y prueba de los vehículos autónomos de Cruise por parte del Departamento de Vehículos Motorizados de California.
La demanda también sigue a una serie de incidentes, incluido un accidente grave en el que un vehículo autónomo de Cruise estuvo involucrado en una colisión de peatones en octubre pasado, lo que llevó a investigaciones por parte de las autoridades locales y federales sobre la seguridad de los sistemas de conducción automatizados de Cruise.
GM adquirió Cruise en 2016, y la compañía de vehículos autónomos ha estado con sede en San Francisco desde su fundación en 2013.
La ciudad de San Francisco aún no ha respondido oficialmente a la demanda de GM, mientras que la controversia plantea preguntas sobre la relación fiscal entre las empresas tecnológicas y las ciudades donde operan, así como los desafíos continuos que enfrenta la industria de vehículos autónomos en términos de seguridad y regulación.
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