La Comisión de Policía de San Francisco ha adoptado una nueva política que ordena a los agentes no detener a conductores por infracciones menores de tráfico, como luces traseras rotas o registros vencidos, en un esfuerzo por abordar los prejuicios raciales en las detenciones.
Esta medida surge en respuesta a preocupaciones sobre la disparidad racial en las detenciones de tráfico, donde los conductores negros son detenidos seis veces más a menudo que los conductores blancos en la ciudad.
Sin embargo, la política ha generado divisiones, con votación dividida de 4 a 3 en la comisión y oposición por parte de la Asociación de Oficiales de Policía de San Francisco, quienes argumentan que algunas de estas detenciones resultan en arrestos significativos.
La implementación de la nueva política marca un cambio significativo en la forma en que se abordan las detenciones de tráfico en San Francisco, con el objetivo de reducir la disparidad racial y aumentar la transparencia en las acciones policiales.
Sin embargo, la oposición por parte de algunos sectores resalta la necesidad de un debate más amplio sobre el tema, especialmente en el contexto de la próxima votación sobre la Proposición E, que busca modificar los poderes de la comisión de policía y requerir una mayor consulta pública antes de realizar cambios en la política policial.




