Dos años después de la iniciativa de California para reducir los desechos orgánicos en vertederos, el estado enfrenta obstáculos significativos en la implementación de programas de reciclaje de alimentos.
Aunque el objetivo es mitigar las emisiones de metano, el progreso ha sido lento debido a la resistencia al cambio y contratiempos logísticos, como la falta de contratos de transporte durante la pandemia.
Las dificultades se destacan en la quiebra de una importante instalación de conversión de desechos en biogás en el sur de California.
Las comunidades enfrentan desafíos para adaptarse al nuevo sistema de clasificación de residuos y gestionar la creciente cantidad de abono producido. A pesar de estos contratiempos, el estado sigue comprometido con su ambicioso objetivo de reducir en un 75% los desechos orgánicos enviados a vertederos para 2025.
Sin embargo, alcanzar esta meta presenta desafíos logísticos y financieros significativos, como el exceso de abono no utilizado y la falta de demanda de biogás, lo que pone en peligro el futuro de algunas instalaciones de reciclaje.
A pesar de los desafíos, California sigue adelante con su visión de liderar la gestión sostenible de residuos a nivel nacional.
Sin embargo, se necesita una colaboración continua entre el gobierno, las empresas y la comunidad para superar los obstáculos restantes y lograr un sistema de reciclaje orgánico efectivo y sostenible.
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