El presidente Donald Trump insinuó el viernes que podría enviar la Guardia Nacional a San Francisco , afirmando que los demócratas han convertido la ciudad en un desastre que necesita ser limpiado.
Lo que están diciendo:
Trump ha criticado repetidamente a las ciudades lideradas por los demócratas, acusándolas de estar plagadas de delincuencia. Ya ha desplegado la Guardia Nacional en Washington, D. C., y ha planteado la posibilidad de enviar tropas a Chicago, Nueva York y Oakland. Ahora, a San Francisco.
“Miren lo que los demócratas le han hecho a San Francisco. Lo han destruido. Podríamos limpiar eso también. Limpiaremos ese también”, dijo Trump a los periodistas durante su discurso desde la Oficina Oval.
El alcalde de San Francisco dice que lo tiene bajo control
Profundizar más:
El alcalde de San Francisco, Daniel Lurie, rechazó los comentarios de Trump y dijo que la ciudad está viendo avances en materia de seguridad pública.
“Mi administración ha hecho de la seguridad y la limpieza de las calles nuestra máxima prioridad, y los resultados son evidentes: la delincuencia está en su nivel más bajo en décadas, los visitantes están regresando y San Francisco está en alza”, dijo Lurie. “Y seguiremos trabajando día a día para consolidar ese progreso”.
La Asociación de Oficiales de Policía de San Francisco dijo que lo que Trump está tratando de hacer es una “distracción”.
“Lo último que necesita San Francisco es la Guardia Nacional y estas distracciones por parte del Presidente no son deseadas ni ayudan”, dijo el oficial Louis Wong, de la POA de San Francisco.
En Oakland, la alcaldesa Barbara Lee también desestimó las amenazas anteriores de Trump, señalando datos que muestran que los delitos violentos tienden a disminuir.
Los expertos legales dicen que el presidente enfrentaría una batalla cuesta arriba si desplegaba la guardia fuera de DC, que es un distrito federal.
“Es más difícil vislumbrar una vía legal en estos otros lugares”, dijo David Levine, profesor de Derecho de la Universidad de California en San Francisco. “Si quisiera declarar un estado de emergencia en, digamos, Illinois, necesitaría la aprobación del gobernador. Creo que encontraría mucha resistencia si intentara esto en Oakland”.
El abogado de derechos civiles Adante Pointer no se sorprendió por la retórica ni el enfoque de Trump.
“Esto es normal para Trump”, dijo Pointer anteriormente. “Sigue atacando y distorsionando los hechos en relación con la delincuencia en las ciudades estadounidenses, especialmente en los estados demócratas gobernados por alcaldes negros. Su administración intenta constantemente socavar a estos alcaldes negros y alimentar la creencia de sus seguidores de que el liderazgo negro es incompetente e indigno, y que sus logros no se basan en el mérito ni se deben, de alguna manera, a la iniciativa de DEI. Lo cierto es que estos alcaldes fueron elegidos democráticamente y han logrado que sus ciudades reduzcan significativamente la delincuencia”.
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